En su empleo como gerente de Recursos Humanos de Cablevisión, Bezic tenía un salario de unos 15 mil pesos mensuales. Con el tráfico de drogas, ganaba 30 mil dólares en un día. Eso fue lo que habría explicado, a modo de justificación, a los agentes de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal que lo apresaron la semana pasada junto a Natalia C. cuando abordaban un barco a punto de partir al país vecino.
En la bodega del transporte marítimo, el auto con el cargamento se mezclaba con el resto del pasaje. Con la ayuda de perros adiestrados, los agentes revisaron el vehículo y encontraron la droga que había sido escondida en los paneles de los parlantes que habían sido modificados para tal fin. La ropa del matrimonio y los juguetes y pañales de su hijo quedaron expuestos en la explanada de Dársena Norte.
En apariencia, el perfil de Bezic no se corresponde con el de un narco habitual. A sus 30 años cumplidos, no tiene antecedentes delictivos. Según los datos que proporciona enLinkedIn se recibió de abogado en la Universidad Católica (UCA) y cursó la licenciatura de Recursos Humanos en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales y la Universidad del Salvador. Trabajó en el Grupo Clarín desde 2006 y escaló hasta convertirse en jefe de Area Regional de Recursos Humanos, puesto que abandonó en 2012 sin justificar su decisión.
Los responsables del operativo Legado Paterno, supervisado por Sergio Berni y el jefe de Policía Román Di Santo, creen tener una explicación: Wenceslao Bezic, padre del joven licenciado, es un croata con numerosos antecedentes que inició su carrera delictiva con estafas y luego viró al narcotráfico. El anciano de 83 años estuvo preso en varias cárceles argentinas, en Chile, Estados Unidos y Francia. En la actualidad, Wenceslao cumple prisión domiciliaria en su casa de General Roca debido a su delicado estado de salud derivado de las secuelas que le dejó un tiro que recibió en la pierna en Uruguay.
Los detectives creen que el croata planeó y organizó el envió de droga a Colonia junto a Luis Ignacio Frog, un uruguayo de 81 años a quien habría conocido en prisión.
Los detectives creen que el croata planeó y organizó el envió de droga a Colonia junto a Luis Ignacio Frog, un uruguayo de 81 años a quien habría conocido en prisión.
El otro eslabón de la organización estaba compuesto por el salteño Javier Edgardo Fernández, señalado como el encargado de “bajar” la cocaína desde Bolivia. Su pareja, Cintia Bautista, también fue detenida. Ambos vivían en un country de Orán y llevaban una vida acomodada. Una de las fotos que los muestra juntos en Facebook se tomó en unas recientes vacaciones a Brasil.
Bezic hijo, el último eslabón de la cadena, probablemente instruido por su padre en materia delictiva, tenía su propio proyecto de expansión: pretendía mudarse de su departamento del piso 12 en Beccar al Country Club San Isidro Labrador de Tigre, donde había comprado dos lotes y construía una casa en uno de ellos.
En el domicilio particular del ex gerente de Cablevisión, ubicado en avenida Centenario al 2000, la Policía Federal encontró diez ladrillos de cocaína, una pistola, 600 bolsas gofradas, dos máquinas caseras para termosellar al vacío y dos rollos de papel film y una balanza de precisión digital. Estos elementos permiten inferir que Bezic preparaba en su propio hogar la cocaína que trasladaba a Uruguay.
Pese a que negó la participación de su esposa, fuentes judiciales creen que Natalia al menos conocía la actividad de su marido, y por esa razón pasó una semana en la cárcel de Ezeiza y continúa detenida en el departamento de Beccar. El juez federal de Lomas de Zamora, Carlos Ferreiro Pella, concedió el beneficio porque debe cuidar de su bebé. (PERFIL.COM)
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